Jorge Luis Borges. LECTURIA : Biblioteca de Relatos. ¿Cuántos días, cuántos crueles, torturadores días hace que viajan así, sacudidos, zangoloteados, golpeados sin piedad contra la caja de la galera, aprisionados en los asientos duros?
Catalina ha perdido la cuenta. Lo mismo pueden ser cinco que diez, que quince; lo mismo puede haber transcurrido un mes desde que partieron de Córdoba arrastrados por ocho mulas dementes. Ciento cuarenta y dos leguas median entre Córdoba y Buenos Aires, y aunque Catalina calcula que ya llevan recorridas más de trescientas, sólo ochenta separan en verdad a su punto de origen y la Guardia de la Esquina, próxima parada de las postas. Los otros viajeros vienen amodorrados, agitando las cabezas como títeres, pero Catalina no logra dormir. Apenas si ha cerrado los ojos desde que abandonaron la sabia ciudad. WilliamWilson.
Casa del tiempo num90 91 101 103. Pagina nueva 1. Would you like to make this site your homepage?
It's fast and easy... Yes, Please make this my home page! Don't show this to me again. Philip K. Dick De manera bastante accidental descubrí esta increíble invasión a la Tierra de formas vivas de otro planeta. Estaba sentado en mí poltrona, dando vuelta ociosamente las páginas de un libro de edición rústica que alguien se había dejado en el ómnibus, cuando me encontré con la referencia que por primera vez me puso en la pista. Literatura et cetera: PREGUNTAS – Un cuento de Esteban Valentino. Código Postal estaba feliz con su vida.
Todo estaba en su lugar. Todo era como debía ser y el futuro se presentaba tan prometedor como esa primera mitad de su vida que estaba transcurriendo con tanta plenitud. Era Preguntador y eso le había posibilitado hacerse de un nombre de la Vieja Época, cosa que solo se le permitía a los Ordenadores, a los Encontrantes y a los Preguntadores. El resto de los Respirantes tenía que conformarse con la combinación de cuatro letras y de cuatro números que les había tocado en suerte y todavía recordaba con desagrado cuando su madre lo llamaba a comer. Ese "ALMN4728, es hora de alimentarse" todavía le retumbaba en el cerebro como un mal sueño. Casa del tiempo eV num 61 61 63. Revista de la Universidad de México. Garcia Marquez, Gabriel - Ojos de Perro Azul.pdf. ¡¡¡ cuántos cuentos, cuántos !!!: ESBOZO DE UN SUEÑO (Julio Cortázar) Bruscamente siente gran deseo de ver a su tío y se apresura por callejuelas retorcidas y empinadas, que parecen esforzarse por alejarlo de la vieja casa solariega.
Después de largo andar (pero es como si tuviera los zapatos pegados al suelo) ve el portal y oye vagamente ladrar un perro, si eso es un perro. En el momento de subir los cuatro gastados peldaños, y cuando alarga la mano hacia el llamador, que es otra mano que aprieta una esfera de bronce, los dedos del llamador se mueven, primero el meñique y poco a poco los otros, que van soltando interminablemente la bola de bronce. Los metales mudos. Los metales mudos Esteban Valentino, La Guerra Fría hacía años que era apenas un artículo de historia en las enciclopedias temáticas, y Estados Unidos y Rusia se miraban más como una vieja pareja llena de rencores gastados que como enemigos, cuando el módulo de investigación del proyecto Saturno empezó a dejar de enviar información.
Su tarea central era sencilla: debía acercarse hasta los anillos del sexto planeta de nuestro sistema hasta una distancia que no había logrado nunca una máquina humana. Los resultados serían analizados en la Tierra y el espacio tendría entonces un enigma menos para las curiosas mentes de los hombres. Rodolfo Walsh - Faronoticias. –Yo, a lo último, no servía para comisario –dijo Laurenzi, tomando el café que se le había enfriado–.
Estaba viendo las cosas, y no quería verlas. Casa del juez Stoker. La catacumba nueva. La boda - Silvina Ocampo. La boda.
Pata de mono jacobs. El gato negro. Cuento Popular Escocés - Tam Lin (Traducción, Laura Canteros) Cuento Popular Escocés - Tam Lin (Traducción, Laura Canteros) Janet, la hermosa hija de un conde de las Tierras Bajas, vivía junto a su padre en un castillo de piedra gris rodeado por verdes praderas.
El pozo y el péndulo. EL006477. Las gatos de Ulthar - H.P. Lovecraft. Se dice que en Ulthar, que se encuentra más allá del río Skai, ningún hombre puede matar a un gato; y ciertamente lo puedo creer mientras contemplo a aquel que descansa ronroneando frente al fuego.
Porque el gato es críptico, y cercano a aquellas cosas extrañas que el hombre no puede ver. Eterna Cadencia - El escuerzo. Por Leopoldo Lugones.
Un día de tantos, jugando en la quinta de la casa donde habitaba la familia, di con un pequeño sapo que, en vez de huir como sus congéneres más corpulentos, se hinchó extraordinariamente bajo mis pedradas. 119 2014 02 19 Poe.ElCorazonDelator. Poquita cosa, cuento de Anton Chejov. Hace unos día invité a Yulia Vasilievna, la institutriz de mis hijos, a que pasara a mi despacho. Teníamos que ajustar cuentas. ¾ Siéntese, Yulia Vasilievna -le dije- . Arreglemos nuestras cuentas. A usted seguramente le hará falta dinero, pero es usted tan ceremoniosa que no lo pedirá por sí misma... Veamos... A la deriva.