El Carnaval de Cádiz, la "eclosión cultural" de la clase obrera en la República que prohibió Franco. Luego llegó el franquismo, como carajote, a liar el tangai: Prohibió el Carnaval.
Y represalió a los carnavaleros, incluso a tiros. Pero antes las coplas plantaron en Cái las tablas donde el febrero republicano explotó en cuplés de clase obrera y popurrís como leñazos al lomo de las conciencias. Qué bastinazo, picha, que diría un indígena de La Caleta. Santiago Moreno, investigador: "Los jóvenes tienen que saber que la democracia vino por el sacrificio de muchas personas" Saber más Y todo lo canta el libro Las coplas del Carnaval de Cádiz durante la Segunda República (1932-1936), del historiador Santiago Moreno.
Sabina (se) da un homenaje en el Carnaval de Cádiz. El pasado jueves Joaquín Sabina (Úbeda, 1949) tuvo una epifanía y se descubrió, algo poco habitual en él.
“Hace tiempo que no encontraba motivos para quitarme el sombrero, pero hoy los he encontrado en este Ayuntamiento del pueblo”, dijo entonces en su presentación como pregonero del Carnaval de Cádiz. Apenas ha tardado tres días en calarse otra montera, pero la de la noche de este sábado fue de pirata. Es la guisa que el cantautor con voz “de lija y café” —como él se definió— escogió para darse un homenaje ante miles de asistentes y rodeado de más de una decena de cantantes, escritores y carnavaleros: “Lo mejor de cada casa”. A Cádiz la piratería le ha costado más de un sobresalto en sus 3.000 años de historia. Pero con Sabina descubrió que no todos los corsarios son malos. Sonó, obviamente, La del pirata cojo, también Contigo, Noches de boda o Pastillas para no soñar.
“Quise traerme a este bolo lo mejor de cada casa”, reconoció Sabina, como el que tira de agenda para una fiesta. Las letras más polémicas del Carnaval de Cádiz. La polémica que ha levantado la chirigota La familia Verdugo por esa decapitación de Puigdemont en escena puede servir para tirar del hilo y comprobar que el Carnaval de Cádiz ha tenido pocos reparos para, históricamente, reírse de quien haya hecho falta, empezando por sí mismo, y para criticar con dureza los temas de mayor actualidad de cada momento.
Para saber cómo pensaba el pueblo de Cádiz en cada momento histórico basta con acudir a las letras de sus agrupaciones. Un acontecimiento que tuvo presencia en el escenario del Teatro Falla fue el fallido golpe de estado de 1981. Ese día había sesión en el teatro y no se interrumpió. Al día siguiente, todavía con muchas dudas en el ambiente sobre cómo se iban a desarrollar los acontecimientos, el cuarteto Cuatro parlamentarios parlanchines y estrafalarios, de Juan Poce, hacía una parodia en la que un Tejero muy carnavalesco tomaba el Falla como si se tratara del Congreso de los Diputados.
Las actuaciones más polémicas de la primera fase del Carnaval de Cádiz. La fase de preliminares del COAC (Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas) de Cádiz llega a su fin con la sensación general de que las agrupaciones de nivel se han guardado sus mejores letras para lo que está por llegar: las rondas del concurso en las que se jugarán sus opciones de ganar.
Sin embargo, en esta primera parte del certamen se han dado a conocer algunos de los temas que son considerados de obligado cumplimiento para la mayoría de los autores, esos que reclaman y esperan tanto el público del Falla como los miles de aficionados que siguen cada actuación. Se puede decir que el tema estrella ha sido el de los nacionalismos. Ya sea para bromear sobre Puigdemont y Junqueras o para tratar el asunto con la máxima seriedad. La comparsa que el gobierno NO quiere que veas. CARNAVALES DE CADIZ (Se han quedao contigo) La decapitación de Puigdemont. En las redes sociales, donde cada cual aporta su solución instantánea a los problemas del mundo, hay quienes están pidiendo la cabeza de los chirigoteros gaditanos que han simulado la decapitación de Puigdemont.
Bien. Una decapitación real no tiene ninguna gracia. Una decapitación cómica puede tener gracia o no –y la que nos ocupa tiene más bien poca–, pero en ningún caso implica un deseo verdadero de decapitar a nadie. Como no haría falta decir, el carnaval gaditano –que, aparte de sus aspectos escenográficos, es de esencia verbal– no se sustenta en el análisis razonado de la realidad, sino que parte de ella para llegar a una distorsión humorística de la realidad. Desde el levantamiento de la prohibición de los carnavales gaditanos, que las autoridades franquistas transformaron en unas reglamentadas “fiestas típicas”, las agrupaciones han pasado revista severa –muy severa- a la familia real, al gremio político, al clero, a los banqueros y a cuanto se les haya ocurrido y antojado. Polémica por la letra de una chirigota de Cádiz que duda entre "pelar a Puigdemont o cortarle la cabeza"
Desde la agrupación indican que "una cosa es molestarse con la parodia, pero de ahí a acusar de un delito de odio hay mucho trecho" Minuto 15:40.
La comparsa del Carnaval de Cádiz que saca punta al "a por ellos" Las chirigotas también se apuntan al feminismo. La suegra malévola, la parienta controladora, la vecina atractiva, la maruja de barrio, la vieja criticona.
Todo un catálogo de tópicos machistas lleva años colándose, como personajes y sátiras recurrentes, en las letras de las agrupaciones del Carnaval de Cádiz. ¿Hay machismo en la fiesta o, más concretamente, en el Concurso de Agrupaciones del Carnaval que ahora se celebra? La respuesta, con todos sus posibles matices, parece evidente, pero ¿quién critica al que con sus coplas juzga? ¿Quién ironiza con el que satiriza? Entre el humor y la denuncia, la iniciativa en redes sociales Carnaval Feminista contesta: “Somos un movimiento que busca evidenciar el machismo en las letras, sea explícito o inadvertido”.
“Estamos cansadas del machismo, así que también lo estamos del machismo en el Carnaval”, reconocen desde Carnaval Feminista, sin aludir a la identidad de las integrantes del movimiento. “Yo soy la voz de la clase obrera”, una reivindicación histórica del Carnaval de Cádiz.