Infografía: La Calzada romana. ROMANIZACIÓN: Hispania. I. CONCEPTO DE ROMANIZACIÓNRomanización es el proceso de aculturación que experimentaron las diversas regiones conquistadas por Roma, por el que dichos territorios incorporaron los modos de organización político-sociales, las costumbres y las formas culturales emanadas de Roma o adoptadas por ella. En el caso correspondiente a la península Ibérica, fue de diferente intensidad según las zonas —mayor en el sur y este peninsulares— y se produjo en distintos momentos (más tardío en el oeste y norte). Acueducto de Segovia Tras vencer a los cartagineses en las Guerras Púnicas, Roma inició su hegemonía en los territorios peninsulares, que recibieron el nombre de Hispania. El proceso de romanización de las nuevas provincias fue fundamental en la configuración del Imperio romano. La Romanización de España por Roma empezó en el 218 a. En una segunda fase, iniciada cuando aún gran parte de lo que será Hispania no había sido conquistada, se procedió a una asimilación cultural del territorio.
I. ITER Hispanum. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Jorge Fernández Jaén 1. La Romanización de la Península Ibérica El Imperio Romano fue, sin duda, el mayor imperio del mundo antiguo. Se fue creando poco a poco a partir de la expansión de su capital, Roma, y pretendió conquistar todo el mundo conocido, es decir, todos los países próximos al Mar Mediterráneo, llamado mare nostrum por los antiguos romanos. Así, en su momento de máxima expansión durante el reinado de Trajano, el Imperio Romano se extendía desde el Océano Atlántico al oeste hasta las orillas del Mar Negro, el Mar Rojo y el Golfo Pérsico al este, y desde el desierto del Sáhara al sur hasta las tierras boscosas a orillas de los ríos Rin y Danubio y la frontera con Caledonia (actual Escocia), en Gran Bretaña, al norte.
Por lo que se refiere a la conquista y romanización de la Península Ibérica, ésta se inició en el año 218. a. La romanización hispánica se produjo con una base social distinta de la que se había partido para conquistar territorios más próximos a Roma. 3. 4. Hispania Romana. Roma en Hispania. Los romanos llegan a Hispania, no para conquistarla, sino para combatir a unos poderosos enemigos: los cartagineses. En el año 226 a. de C. Roma y Cartago firmaron un tratado en virtud del cual se repartían su influencia sobre el territorio de Hispania: Roma, al norte del Ebro; Cartago, al sur. Pero se trataba de un acuerdo poco firme. En el año 219 a. de C. se reanudan las hostilidades entre los cartagineses, dirigidos por Aníbal, y los romanos.
Hispania se convirtió en uno de los principales escenarios bélicos en el enfrentamiento entre las dos potencias. En el año 218 a. de C. las legiones romanas llegan por primera vez a la Península. La conquista duró doscientos años, hasta que, en el 19 a. de C., las tropas romanas consiguieron someter el último foco de resistencia: cántabros y astures.
Durante esos doscientos años tuvo lugar la adaptación al modo de vida romano por parte de las sociedades conquistadas: es lo que se conoce como romanización. 1. 2. 3. 4. Copyright(c) 2003. El proceso de romanización: el legado cultural. Los pueblos prerromanos de la peninsula. La península ibérica estuvo habitada por pueblos que diferían entre sí por la lengua, las costumbres y las instituciones como: 1.Los íberos Procedían del norte de África y ocuparon el litoral mediterráneo. Vivían agrupados en tribus formando minúsculos Estados. Se dedicaban a la agricultura, el pastoreo y la industria de metales. Su cultura era diferente según las tribus, ya que las situadas en la costa mediterránea, por su contacto con los fenicios y los griegos, llegaron a adquirir una gran civilización (Dama de Elche), mientras que las del Norte y Centro tardaron mucho tiempo en desarrollarse.
Os tartesios De origen desconocido, estaban asentados en el Sur de la Península, donde florecieron importantes ciudades como Tartessos. La cultura de los tartesios fue muy floreciente y su lengua, que era distinta de la de los íberos, todavía no se ha podido interpretar. 3.Los celtas Eran indoeuropeos. Misma (s. En las zonas de contacto, celtas e iberos se fusionaron formando el pueblo celtibero. HISTORIA DE ESPAÑA: LOS PUEBLOS PRERROMANOS. Historia antigua de la península ibérica. Historia antigua de la península ibérica es la subdivisión de la ciencia histórica[1] y la periodización del tiempo histórico correspondiente a la Edad Antigua general y limitada espacialmente a la península ibérica. Cronológicamente comienza a finales del II y comienzos del I milenio a.
C. (cuando empieza a haber referencias a esta región en fuentes escritas -lo que propiamente es protohistoria de la península ibérica, dado que no se produjeron localmente, sino en otros lugares-) y termina en la Antigüedad Tardía (con el declive del Imperio romano -desde la crisis del siglo III-, la invasión de los pueblos germánicos -año 411- y el asentamiento definitivo de la Hispania visigoda -que pervivió hasta el año 711-). Ni el comienzo ni el final de la Edad Antigua en la península ibérica significaron cortes bruscos, sino seculares periodos de transición. Denominación[editar] Pectoral de oro perteneciente al llamado "Tesoro del Carambolo", identificado como tartésico, siglo VII o VI a.
La Hispania romana - Roma - Cultura Clásica 3º. El líder de los lusitanos (un pueblo celtíbero) que se enfrentaron a Roma fue Viriato. El pretor romano Sulpicio Galba había engañado a este pueblo, a pesar de la oposición de Catón, diciendo que iba a repartirles tierras. Cuando acudieron desarmados los mató o vendió como esclavos. Viriato consiguió durante años vengar esta afrenta. Este caudillo mantuvo en jaque al poderoso ejército romano gracias a su astucia y a la guerra de guerrillas, cuya invención se le atribuye. Finalmente fue asesinado por tres de sus amigos a los que Roma había comprado. El último episodio de esta guerra fue Numancia. Las guerras contra los lusitanos y los celtíberos habían durado muchos años, pero ya a principios del siglo I a. Sistema_monetario_romano_denario_sistema_uncial_aureo_reforma_neron_reforma_augusto_Reforma_diocleciano.
La moneda romana pasó durante su historia por distintas etapas. Desde un inicio muy tosco con piezas fundidas hasta delicadas e insuperables muestras del arte monetario. Desde sólidas piezas de oro y plata pura hasta monedas devaluadas simplemente bañadas en plata. Desde sobrias improntas hasta recargados diseños llenos de simbología. Aunque los griegos venían acuñando monedas de plata desde el siglo VII antes de Cristo, las primeras monedas romanas se hicieron fundiendo toscos trozos de Oricalco, una aleación de 80% cobre y 20 cinc. En los primeros, llamados generalmente AES RUDE, los lingotes no tienen ninguna diseño pero más adelante se les adornó con representaciones de animales, con frecuencia ganado (Pecus) porque, se supone, era su equivalente de valor, de donde se derivó el nombre “Pecunia” , término que en los idiomas modernos significa dinero.
Aes Rude Estos lingotes rectangulares con la res como tipo más común aunque hubo otros, se llamaron AES SIGNATVM. En el 187 a. IV. V. Las monedas romanas | Vivir en... Publicado por BcH el Feb 5, 2010 en Comida, Roma | Monedas romanas En el Imperio Romano, las monedas que circulaban eran las sigueintes, ordenadas por orden de importancia: El áureo, de oro. El denario, de plata. Así, para las compras diarias se solían utilizar los sestercios por ser una moneda intermedia. 1 litro de aceite – 3 sestercios 1 litro de vino corriente – 1 sestercio 1 litro de vino bueno – 2 sestercios 1 kilo de trigo – medio sestercio 1 entrada a las termas – un cuarto de sestercio, lo que sería un ás. 1 mula – 520 sestercios. 1 esclavo – entre 1.000 y 2.500 sestercios.
Monedas romanas. Las monedas fueron un elemento propagandístico de primer orden. Durante la República, los magistrados hacían poner en las monedas, junto con su propio nombre, figuraciones extraídas de sus propias tradiciones familiares; las improntas que elegían a menudo reflejaban las ambiciones de esa familia.
Durante el Imperio, las leyendas que aparecen en las monedas dan cuenta de los intereses propagandísticos de los emperadores; por ejemplo en las monedas del Bajo Imperio son corrientes leyendas como: ABVNDANTIA AVG., AEQVITAS AVG., CLEMENTIA TEMPORVM, RESTAVRATIO FELICIVM TEMPORVM, SAECVLI FELICITAS, PAX AETERNA, CONCORDIA MILITVM, y otras similares, que proclaman un estado de felicidad generalizada casi por decreto. En el anverso figuraban los titulos imperiales, incluidos los consulados, las aclamaciones como emperador y las potestades tribunicias.
Como testimonio político, la acuñación es en sí misma un indicio de autonomía.