Fabian Oefner: Psychedelic science. Pedí DMT por la deep web. Agora Market.
Foto vía. A mi amigo Lulu158 le gustan las drogas. Le gustan tanto que ha probado 12 de ellas, incluyendo la salvia, los hongos, la cocaína, el MDMA y la mariguana, con la que perdió su inocencia psicotrópica incluso antes de que llegara al cigarro, con apenas 13 añitos, y a la que muy pocas veces le dice que no. Hoy nos disponemos a comprar DMT, o la molécula espiritual cómo la llama él, para que su lista crezca. La única referencia que tenía yo del DMT era esa escena de fractales que detesto en Enter The Void, esa película de culto tan demandada para las fotos de portada en Facebook, en la que un tipo acostado en su cuarto de junkie fuma en su pipa de vidrio una, dos, tres, hasta cuatro veces (de la nada, la escena lo sumerge a uno en un túnel flotante de conexiones cerebrales extasiadas, que parecen bailar con sus tentáculos llenos de droga; quizá la molécula espiritual es una fiesta de colores en la cabeza, no lo sé).
Pero vamos por partes. El mundo está cambiando. El cine y las drogas (Parte uno) Twitter792 792facebook18.1K 18.1Kpinterest15 15google plus96Share 96linked in2.
Amazing Photographs Of Drugs Under The Microscope. There's a lot of art in the world that can be credited to drugs - but it isn’t always done so directly as it was with German artist Sarah Schönfeld.
Schönfeld took liquid versions of drugs, both legal and illegal, and covered exposed negative film. Each drug interacted with the film differently, and the chemical reaction continued for variable amounts of time. She repeated the process for dozens of drugs and enlarged the negatives after the reactions were complete. The complete collection has been published in a leather-bound book titled “All You Can Feel.” This is just a sampling of some of her work. El sueño de los hongos: científicos develan cómo la psilocibina expande la conciencia « Pijamasurf - Noticias e Información alternativa.
La imaginaria del reino fungi nos muestra la postal de un campo opalescente de contornos curvilíneos que se extiende entre la niebla.
La ligereza se combina con la iridiscencia — la conciencia flota por las nubes y suele haber un arcoíris, ya que el hongo “mágico” es, después de todo, producido por la lluvia–. En el reino fungi la existencia es más suave y enigmática; son las languidas pinceladas del sueño que tiñe el cielo. El hongo, ese gran cetro religioso que predata a las religiones monoteístas por miles de años y que es uno de los emblemas del espíritu de la naturaleza que se comunica con los hombres, está indisociablemente ligado con el sueño, estética y simbólicamente. Y ahora está relación cobra una nueva dimensión, según un novedoso estudio científico que ha encontrado patrones cerebrales similares entre el sueño y el estado psicodélico de la psilocibina (el principio activo de los hongos alucinógenos).
Fabian Oefner: Psychedelic science. Magic Mushroom Milkshake Island. Out in a dirty surfer bar in Bali earlier this year, a guy called Big D—an ex-convict with a huge, South Carolina-themed tattoo—told my friends and I about Gili Trawangan, a tiny, idyllic island where magic mushroom milkshakes are sold on the side of the road like it's no big deal.
Aware of the fact that ex-cons in dirty Balinese bars usually have the best party hook-ups, it seemed wise to take a day trip to Trawangan. The island is an early morning, two hour boat ride from mainland Bali. We could have taken the 20 minute flight to Lombok, the neighboring island, and gotten a water taxi from there, but a similar plane flying the same journey had crashed a week earlier and we're all mega pussies. Our boat was called the Rizky Bone, which, coincidentally, is what I was going to call the nu-metal band I started with a rockabilly kid when I was 12. After about 30 seconds of being there, you start to realize that mushrooms are pretty much inescapable.
¿Qué es lo que realmente te hace malviajarte? Bukowski te lo dice. Aunque a veces podamos demonizar una sustancia, la realidad es que somos nosotros (y nuestra red de relaciones) los que generalmente las programamos para que sean de tal o cierta forma.
Las drogas, como la tecnología, son herramientas que pueden lo mismo ser usadas para ver a dios o ver al diablo (ambos son trazos mentales en el espejo). Con drogas o sin drogas, no lo dudes, de todas maneras estás en un viaje. Por otro lado nuestra existencia es coexistencia: somos juntos y vivimos entrelazados no sólo a las demás personas sino también al plano de la información (o memoria): la conciencia inmaterial colectiva que flota sobre nosotros como una mermelada cuántica celeste .
“Lo que pasó sigue pasando”, dijo Octavio Paz. Lo que ha pasado antes tiene mayor posibilidad de volver a pasar, explica siempre Rupert Sheldrake. ¿Te habías dado cuenta que el LSD y la TV de colores arribaron para nuestro consumo más o menos al mismo tiempo? Un viaje de LSD te mostrará cosas ignoradas por toda ley. The Encyclopedia of Psychoactive Plants. Hugo Lopez.
Meditation and things to do high. Peyote. Weed.