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Cuentos de sillón

Cuentos de sillón

Cortázar frente a Borges: cara y cruz de la literatura fantástica Saúl Yurkievich comparó a Julio Cortázar con Jorge Luis Borges en un ensayo sobre la vida y obra del creador de Rayuela. Ambos escritores argentinos sólo tenían en común el relato fantástico. Jorge Luis Borges nació un 24 de agosto. Julio Cortázar, un 26 de dicho mes. Prodigaron una literatura breve y escorada al género fantástico. Poco más tenían en común. Ni Cortázar ni Borges convergieron ni en lo político ni en su estilo literario. Quizás el ensayo que mejor muestra la diferencia entre ambos mitos literarios argentinos sea el que publicó el fallecido Saúl Yurkievich, íntimo y albacea de Cortázar. Así, Yurkievich explica que Julio Cortázar apostó por el hecho fantástico desde lo cotidiano. “Borges se remite a los arquetipos de la fantasía, al acervo universal de leyendas, a las fábulas fundadores de todo relato, al gran museo de los modelos del cuento literario”, explicaba Yurkievich. En Borges, no. Buen ejemplo es el cuento, ya clásico, de Continuidad en los parques.

Caperucita Roja. Versión del Lobo. « Algún día en alguna parte El cuento de Caperucita roja es uno de los más conocidos universalmente. Existen cientos de versiones y adaptaciones del popular cuento a lo largo de la literatura, música, cine, publicidad, historia, etc. Surgido como una narración de tradición oral fue divulgado inicialmente por Charles Perrault (1697) en su versión más primitiva y posteriormente por los Hermanos Grimm (1812), la más popular. El Lobo calumniado. “El bosque era mi hogar. La dejé seguir su camino y corrí a la casa de la abuelita. Ahora bien, la niña me agradaba y traté de prestarle atención, pero ella hizo otra observación insultante acerca de mis ojos saltones. Reconozco que debí haberme controlado, pero salté de la cama y le gruñí, enseñándole toda mi dentadura y gritándole que era así de grande para comérmela mejor. Me gustaría decirles que éste es el final del cuento, pero desgraciadamente no es así. En Algún día: Caperucita Roja. Caperucita Roja de Tex Avery.

★Bibliopeque itinerante: Cuento: ASI NACIÓ NICOLODO. Por Graciela Montes Papitodo era principalmente un odo, así que usaba flequillo y zapatos redondos. Y era amable con todos. Por ejemplo, jamás pasaba al lado de una hormiga sin decirle buenos días y los gusanos, que son un poco lentos, los dejaba pasar primero. Como bien se sabe, los odos suelen vivir en latitas de azafrán, pero Papitodo alquilaba un cuarto en la Lata de Arvejas del odo Pancho porque en ese tiempo escaseaban mucho las latitas. Papitodo era pintor. Sin embargo, un día viernes se asomó afuera, vio que el cielo estaba gris, se puso a llorar hojitas y dijo: —Los viernes siempre llueve. Se tomó dos o tres mates, mordisqueó un pastito, se puso el mameluco, se agarró un tarrito de pintura y pensó con un suspiro: “Estoy muy solo. “Eso , eso, paraguas”, se dijo Papitodo. —Tengo lentejas, botones chicos y caramelos. Papitodo la miró, la miró, se puso muy colorado y enseguida se enamoró. Los viernes siempre hay sol, siempre hay sol, siempre hay sol, sieeeeeeempre hay sooooooool. Y así nació Nicolodo.

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