Lo bueno y lo malo del e-Learning para el estudiante
El e-Learning ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años y, según estudios recientes, parece que el futuro de esta modalidad formativa seguirá en línea ascendente. De hecho, a tenor de lo que se recoge en el 1er Barómetro de e-Learning en Europa, “una cantidad cada vez mayor de empleados realizará cursos en e-Learning a partir de 2012″. Y no sólo hablamos de la empresa privada: universidades, Administración Pública, organizaciones y profesionales a nivel particular confían cada vez más en este tipo de formación. Pero, ¿cuáles son las claves del éxito y las mayores trabas que plantea el e-Learning? Lo bueno del e-Learning Ahorro Probablemente éste sea uno de los primeros motivos por los que alguien piensa en estudiar un curso e-Learning, ya que generalmente los costes de este tipo de formación para el alumno son menores que los de la modalidad presencial. Lo malo del e-Learning Sensación de soledad Todos estamos acostumbrados a la formación presencial.
Innovación, Creación y Evaluación en Docencia
Entornos Personalizados de Aprendizaje
Tenemos ya la tecnología necesaria. Vamos acostumbrándonos al rol de prosumidores al que la red nos ha elevado. Con los entornos personales, de información, de relación, de investigación, de colaboración, de participación, de aprendizaje no tenemos ya excusa para no crear, para no innovar. No sólo somos propietarios de algunas fuentes, socios o beneficiarios de otras, sinó que podemos agruparlas, crear, a partir de su naturaleza distribuida, diversa, nuestros universos de conocimiento. Trabajo en varios proyectos que los tienen como denominador común. Otros dirán que deben ser libres, distintos unos de otros como nuestro propio ADN, reflejo de nuestra individualidad al servicio de lo comunitario. El conocimiento no es algo que pueda limitarse a un tiempo, ni a un lugar definido, lo cual convierte este ecosistema, dinámico y ubicuo, la red, en el lugar ideal para alimentar nuestros intereses:
Tener información, un elemento curricular
Ver, oír y cuestionar. Tema trasversal del curso 11-12 en Concejo Educativo de CyL Introducción Tener información para poder comprender, desenvolverse e intervenir en el mundo, de forma autónoma y crítica. Es verdad que, en la sociedad del espectáculo, de la información y de las redes sociales, podría parecer que todo el mundo disfruta de la posibilidad de dar la opinión, de participar y de convertirse ellos y ellas mismas en generadoras de información. Por otro lado, al mismo tiempo, tener acceso, incluso con una gran inmediatez, a una enorme cantidad de datos y de información no garantiza que, primeramente, (a) los datos se conviertan en información y, mucho menos, que (b) la información produzca un avance en el conocimiento, ni (c) un cambio en las creencias, pensamiento y formas de actuar de la persona -individual y socialmente- y de percibir el mundo. Con frecuencia se utiliza el término “información” y “conocimiento” indistintamente. 1.- Acotaciones al concepto de información Cultural
¿Por qué las TIC en Educación?
1.- ¿Por qué las TIC en Educación? Presentamos a continuación seis razones de peso, y otras consecuencias beneficiosas, que se desprenden de la utilización de las TIC por parte del alumnado. 1. – Competencia digital e informacional del alumnado. Es necesario que los alumnos desarrollen sus competencias digitales e informacionales, ya que la sociedad donde vivimos es digital (llena de tecnología TIC) y exige a sus ciudadanos que la utilicen bien. Y las personas que tienen estas competencias además tienen la posibilidad de aprovechar las TIC que ofrece la sociedad para desarrollarse mejor, adaptarse mejor, encontrar mejores trabajos, etc. Se dice, y esto provoca confusiones, que nuestros alumnos jóvenes son “nativos digitales” (afortunada expresión de Marc Prensky) y que saben mucho de TIC. Por ello, y por la importancia de la competencia digital hoy en día para todos los ciudadanos, hay que asegurar su aprendizaje en la escuela en la etapa de la enseñanza obligatoria. 2. – Productividad.