Portuno. Portuno (Portunus o Portumnus, en latín) era, en la mitología romana, el dios de las llaves y puertas y de la ganadería, así como el protector de los almacenes de grano.
Probablemente por la asociación entre la palabra porta ('puerta') y portus ('puerto'), la 'puerta de entrada' a la mar, Portuno más tarde se combinó con el dios Palemón y se convirtió en un dios principalmente de las puertas y los puertos. En el adjetivo latino importunus su nombre se aplicó a las ondas a destiempo y el clima y los vientos contrarios, y ha derivado al español en el verbo «importunar». Su fiesta se celebraba el 16 de agosto, el decimoséptimo día antes de la calendas de septiembre: las Portumnalia, una ocasión de menor importancia en el año romano. Hecate. Ancient Greek goddess of magic and crossroads Hecate was one of the main deities worshiped in Athenian households as a protective goddess and one who bestowed prosperity and daily blessings on the family.[5] In the post-Christian writings of the Chaldean Oracles (2nd–3rd century CE) she was regarded with (some) rulership over earth, sea, and sky, as well as a more universal role as Savior (Soteira), Mother of Angels and the Cosmic World Soul.[6][7] Regarding the nature of her cult, it has been remarked, "she is more at home on the fringes than in the center of Greek polytheism.
Intrinsically ambivalent and polymorphous, she straddles conventional boundaries and eludes definition. Dioses del viento griegos. En los escritos griegos[editar] Homero menciona a los cuatro vientos principales.
Bóreas, el viento del norte que traía el frío aire invernal;Notos, el viento del sur que traía las tormentas de finales del verano y del otoño; (Ilíada II,145)Céfiro, el viento del oeste que traía las suaves brisas de la primavera y principios del verano; (Ilíada II,147)Euros, el viento del este, que no estaba asociado con ninguna de las tres estaciones griegas y es el único de estos cuatro que no se menciona en la Teogonía de Hesíodo ni en los himnos órficos. Kairos. Bas-relief du dieu Kairos par Lysippe, exemplaire de Trogir (Croatie).
Définition[modifier | modifier le code] Le kairos est le temps du moment opportun. Il qualifie un intervalle, ou une durée précise, importante, voire décisive. Dans le langage courant, on parlerait de point de basculement décisif, avec une notion d'un avant et d'un après au sens de Jankélévitch (voir plus bas). Le kairos est donc « l'instant T » de l'opportunité : avant est trop tôt, et après trop tard. In fine, l'expression « instant d'inflexion » semble convenir : « Maintenant est le bon moment pour agir. » Pour le pseudo-Aristote, « Le mélancolique est l’homme du kairos, de la circonstance[1]. » Le kairos, une dimension du temps n'ayant rien à voir avec la notion linéaire de chronos (temps physique), pourrait être considéré comme une autre dimension du temps créant de la profondeur dans l'instant. Le dieu grec Kairos est représenté par un jeune homme qui ne porte qu'une touffe de cheveux sur la tête.
Diomedes. Venganza contra los hijos de Agrio[editar] Participación en la toma de Tebas[editar] Participación en la guerra de Troya[editar] Reclutado el Pelida para las huestes griegas, y ante la calma que la enojada Artemisa envió a la flota griega y que impedía a éstas retomar en Áulide su viaje hacia Ilión, Diomedes fue de los que presionaron a Agamenón para que sacrificara a su hija Ifigenia como tributo a la diosa.
También fue seleccionado entre los jefes aqueos para participar como embajador en el infructuoso intento de convencer a Príamo de dar fin a la guerra con la devolución de Helena a su esposo Menelao. Tampoco pudo persuadir a Agamenón para que Briseida fuera devuelta a Aquiles y así se aplacara su ira y ayudara a los aqueos en la batalla. Ménades. En la mitología griega, las ménades (μαινάδες) son seres femeninos divinos estrechamente relacionados con el dios Dioniso (o Baco), dios supuestamente originario de Tracia y Frigia.
Las primeras ménades fueron las ninfas que se encargaron de la crianza de Dioniso, y que posteriormente fueron poseídas por él, quien les inspiró una locura mística. Esto las contrapone a las bacantes o basárides, mujeres mortales que emulan a las ménades, que se dedican al culto orgiástico de Dioniso. No hay unanimidad, sin embargo, en estas acepciones. En muchas fuentes ménades y bacantes son sinónimos, entendiéndose por bacante la acepción latina de ménade. Eón (mitología) Eón es usualmente identificado como un joven desnudo o semidesnudo dentro de un círculo zodiacal.
Este círculo también puede representar el tiempo cíclico y eterno. Ejemplos de esto son los dos mosaicos romanos provenientes, uno de Sentinum lo que en la actualidad es Sassoferrato) y el otro de Hippo Regius en la África romana, y al placa Parabiago. Deidades primordiales de la mitología griega. En las cosmogonías y teogonías de la mitología griega aparece una serie variable de entidades o deidades primordiales que existieron en los inicios del mundo, generalmente identificadas con elementos o principios naturales.[1] Fuentes mitológicas y filosóficas[editar] Teogonía y cosmogonía hesiódicas[editar] Los cuatro primordiales[editar] Caos En una revisión y actualización de la obra de Rose, Robin Hard agrega la idea de que aunque Caos signifique literalmente «amplio vacío» denota algo más que el mero espacio vacío, principalmente por tratarse de una característica primordial del universo.
Afrodita. Orígenes[editar]
Galatea. En la mitología griega, Galatea (en griego antiguo Γαλάτεια Galateia, ‘blanca como la leche’) es el nombre de dos personajes femeninos: Es un nombre popularmente referido a la estatua tallada en marfil por Pigmalión de Chipre, que luego cobró vida.Galatea es también el nombre del objeto de deseo de Polifemo en los Idílicos VI y XI de Teócrito, y se vincula con Polifemo nuevamente en el mito de Acis y Galatea en las Metamorfosis de Ovidio.
Esciápodo. Los esciápodos, también conocidos como monóscelos, son criaturas de la mitología griega monópodas, con una sola pierna y un solo pie sobredimensionados. Su nombre significa "sombrapie" y es debido a su costumbre de elevar la pierna cual sombrilla y darse sombra así. Scylax de Carisande habla de ellos en el siglo VI a. C., ubicándolos en la India. Blemias (mitología) Los Blemias (en egipcio antiguo: brhm; en griego: Βλέμμυες o Βλέμυες) son una raza mitológica de hombres sin cabeza de la tradición romana, que tienen los ojos en los hombros y la boca en el tórax, y que tienen su paralelo en Grecia (epistigi), China (sing. t´ien), Sudamérica (ewaipanonas) o el Caribe (chiparemis).[1] El mismo nombre se aplica a un conjunto de pueblos históricos de lenguas cushítica que habitaron lo que actualmente es el área oriental de Sudán junto al mar Rojo.
También son conocidos como Blemios, Blemmyos, Blemmyes, Blemmyaes, Blemmytas o Bleminges, tanto si nos referimos a Blemias como al pueblo africanos de los Blemios. La fuente de información original acerca de los Blemias es Plinio el Viejo, en su compilación Historia Natural. En el Libro V, que describe África, aparecen diversos pueblos con características fantásticas: Gampasantes, Blemias, Gotapans, Himantópodas.[2] Volver arriba ↑ Pueblos MitológicosVolver arriba ↑ Historia Natural. 2 Historia Natural.