Mito 5. Los niños de alta capacidad son creados por unos padres “superapasionados”, que conducen a sus hijos a rendir continuamente de forma alta. Cuando los padres, muy ambiciosos, les empujan demasiado, esos niños terminan fracasando
Los padres, aunque deben estar junto a los hijos estimulándolos, animándolos y empujándolos, no crean la alta capacidad. Es importante que los padres reconozcan las necesidades educativas y afectivas de sus hijos, y esto implica que deben ser conscientes de cuáles son sus puntos fuertes y cuáles sus puntos débiles, que seguro los tendrán. Siendo así, la exigencia para que sus hijos pongan el esfuerzo que razonablemente se puede esperar de ellos para alcanzar el rendimiento acorde a su capacidad, será compatible con la comprensión ante los fallos y fracasos, que también los habrá.
11 modificaciones para mejorar la escuela actual
1. La primera sería incrementar la individualización, la adaptación a las necesidades de cada alumno en cada momento de su desarrollo. Es la escuela la que debe adaptarse al alumno y no el alumno a la escuela, como ocurre en tantísimas ocasiones. 2. Una escuela adaptativa tiene en cuenta la persona, no los grupos, por ello una escuela para el cambio que España necesita, precisa de una modificación estructural que la haga permeable, menos graduada.
El modelo de los tres anillos: una visión global y actual
Acabo de terminar la revisión de la versión española de un trabajo que tiene gran interés para todos los dedicados a temas educativos, particularmente los relacionados con las altas capacidades y el desarrollo del talento. Se trata de una versión del capítulo que Renzulli y Reis publicaron en el último Handbook de la American Psychological Association, la obra de referencia más relevante y actualizada que existe actualmente y de la que ya me hice eco en otra entrada anterior. Es uno de esos libros que si el que discute contigo no ha leído, no tiene objeto seguir la discusión... En este capítulo se esclarecen mucho el modelo de los tres anillos. Su conexión con el modelo SEM (School Enrichment Model) y el efecto de las variables co-cognitivas.
Mito 7. Los niños de alta capacidad suelen pertenecer a clases sociales altas…
Si bien una adecuada estimulación desde las primeras edades puede favorecer el desarrollo óptimo de los niños de alta capacidad, así como la consecución de todas sus potencialidades, la investigación muestra que en ambientes desfavorecidos también pueden encontrarse niños con talento, que necesitarán de programas adecuados una vez que hayan sido identificados. Vincular la alta capacidad con la clase social es intrínsecamente equivocado, retórico y poco riguroso. Y, sobre todo, falso.
Mito 4. Los niños de alta capacidad están mejor ajustados, son más populares y felices que los alumnos medios
Es importante tener en cuenta que lo que es predicable para un grupo, puede no serlo para un individuo concreto de ese grupo. Por otra parte, hay problemas que no son intrínsecos de la alta capacidad, aunque puedan tener una mayor incidencia en este grupo que en otros. Además, no simplifiquemos las cosas en exceso.
Los niños de alta capacidad necesitan una configuración curricular específica. ¿Por qué?
Todo proceso de intervención educativa comienza por la identificación de las necesidades educativas de los sujetos que han de favorecerse de el. O, dicho en otros términos, todo proceso de identificación —de alumnos con alta capacidad académica, en el caso que nos ocupa— ha de estar encaminado a la inserción de los alumnos en programas adecuados de manera que pueda tener lugar una enseñanza enriquecida y unas experiencias de aprendizaje adecuadas (Cfr. Mills & Beaton, 1994). Así pues, identificación y programas, idealmente, se implican de manera mutua. La identificación de alumnos con alta capacidad académica, se lleva a cabo basándose en determinados supuestos, ligados, a su vez, a las características propias de estos niños. Entre ellos podemos destacar (Cfr.
El modelo de los tres anillos - JAVIER TOURÓN
Me sirvo como base para este post de un texto escrito hace años sobre este particular con dos colegas (Peralta y Repáraz) de mi departamento en la Universidad. Como en el post siguiente voy a hablar del modelo de puerta giratoria, me parecía preciso abordar con un poco más de detalle que en el post del mito de 3-5%, el modelo de este autor, que es tan citado habitualmente. J. S. Renzulli concibe la alta capacidad (giftedness) desde una perspectiva decididamente educativa.
Mito 8. Todos los niños tienen capacidad... No existe un grupo de alta capacidad que necesite un trato especial en la escuela
Todas las personas tienen sus puntos fuertes y sus puntos débiles, pero esto está lejos de hacer cierto el mito anterior. Es evidente que no todos los alumnos son de alta capacidad, ni tampoco todos los de alta capacidad lo son en el mismo grado. Mientras todos los niños tienen capacidades y limitaciones, algunos niños tienen capacidades extremas en una o más áreas. La capacidad extrema crea unas necesidades educativas especiales, al igual que lo hacen el retraso o las dificultades de aprendizaje.
Mito 3 . Las personas de alta capacidad tienen unos recursos intelectuales, sociales y de personalidad tales que son capaces de alcanzar su pleno desarrollo por sí mismos
Nada más lejos de la realidad. Precisamente por su extraordinaria capacidad potencial, estos niños necesitan unas ayudas específicas sin las que raramente podrán llegar a alcanzar su pleno desarrollo personal e intelectual. Es sabido que la escuela regular se centra en el alumno medio, pero sin reparar en que éste no es más que una abstracción y que, por tanto, no existe en ninguna parte.
Variation is Everywhere: ¿actuamos en consecuencia?
En septiembre de 2013 escribía lo que sigue... "La atención a la diversidad ya no puede seguir constituyendo un problema. La atención a los más capaces, por ello, tampoco.
Francoys Gagné en My Friends' corner - JAVIER TOURÓN
Hoy tengo el gusto de presentar en mi blog a un buen amigo y uno de los máximos exponentes en el campo de la alta capacidad y el talento. Pocas personas han escrito con tanta claridad y precisión sobre la distinción entre dotación y talento. Su modelo MDDT es probablemente el más difundido entre los propuestos hasta la fecha. Ya tuve ocasión de referirme a dicho modelo en la entrada que apareció en el blog hace unos meses, junto con una imagen del mismo y un enlace a un documento de descripción elaborado por el propio autor, en cuya traducción tuve ocasión de intervenir a petición suya. Es ahora un placer que sea él mismo quien hable de su modelo, aunque sea con la brevedad que el blog requiere.
Mito 9. Crear programas especiales para niños de alta capacidad, o trabajar de manera distinta con ellos es un error, puesto que estamos impidiendo que se desarrollen a un ritmo propio de su edad
Cada persona necesita desarrollarse al máximo de sus posibilidades, siempre teniendo en cuenta las características que lo definen como ser único. No ofrecer esa oportunidad a las personas que sobresalen en un talento, sería lo mismo que negársela a aquellos que, por algún motivo, tienen dificultades o problemas de aprendizaje. Los principios de la psicología del desarrollo enseñan claramente lo equivocado de las normas ligadas a la edad. Si bien éstas marcan un estándar evolutivo general para los individuos, no constituyen una pauta determinística de cómo se desarrollarán todas las personas. Esto es particularmente cierto en el caso de las personas de alta capacidad.
Mito 2. Los niños con alta capacidad académica lo son en todas las áreas escolares
Es cierto que la diversidad de los talentos y capacidades humanas y cómo se combinan en las personas es muy variable, pero aun teniendo en cuenta esto, no debemos caer en el error de pensar que un niño brillante en una de las áreas académicas, también lo será en el resto. Puede que sí, pero también es posible que tenga dificultades, o que no sea tan brillante como de él se espera. Este es un aspecto que debe tenerse en cuenta para evitar el crear expectativas poco realistas sobre las personas, que les lleven a tener un sentimiento de fracaso o frustración, cuando simplemente son víctimas, por ejemplo, de unos padres o profesores que les empujan más allá de donde es razonable para su capacidad.