El CI 130: una obsesión con poco fundamento. Esta puede ser una causa perdida, pero vamos a intentarlo de nuevo. El CI o COCIENTE intelectual (¡no coeficiente por favor!) Es, originalmente, una ratio entre la edad mental y la cronológica. Actualmente el CI es una escala estandarizada de puntuaciones transformadas linealmente de las originales del test y que tienen una media de 100 y una desviación típica de 15. Es decir que es posible transformar cualquier variable de puntuaciones directas (las que se obtienen de la corrección del test) en puntuaciones de CI, obteniendo un resultado estandarizado: CI=100+15Z. Los tests, ordinariamente, se construyen en torno a concepciones determinadas de la inteligencia (actualmente la mayoría siguen el modelo Cattell-Horn-Carroll, CHC).
Primero, hay que tener en cuenta que el CI es una puntuación de síntesis que se obtiene, depende de los tests, generalmente como un promedio. El mito del 3-5%, ¡30 años después! En el post anterior veíamos lo que decía el profesor Renzulli -quien por cierto me agradeció la traducción de su artículo y que lo compartiera en en blog con vosotros-; ahora os ofrezco un artículo estupendo del profesor James H.
Borland que publicó la misma revista Gifted Child Quarterly en su volumen 54(4), en el otoño de 2009. Voy a dejar que el profesor Borland hable y en el próximo post haré un breve comentario de síntesis de lo que llevamos dicho al respecto en este blog. Tres mitos sobre la alta capacidad. Describimos en esta entrada tres mitos sobre la alta capacidad enunciados y desarrollados por Steven Pfeiffer en su último libro “Serving the gifted” (Pfeiffer, 2013, pp. 5-9).
Pese a la publicación en 1982 de un número monográfico del Gifted Child Quarterly titulado “Desmitologizando la educación de los más capaces” (Vol. 26, nº 1), y al trabajo crítico en esta misma dirección durante los últimos 30 años (Borland, 2009), estos mitos siguen operativos en la sociedad y son compartidos por muchos miembros de la comunidad educativa. Todos ellos tienen un impacto negativo en la personalización del aprendizaje de los alumnos más capaces así como en el adecuado despliegue de programas psicoeducativos para el desarrollo del talento. Myths about Gifted Students. “Gifted students will do fine on their own.”
“Gifted programs are elitist.” These and other myths prevent our country from appropriately educating millions of advanced students. NAGC compiled a list of the most prevalent myths in gifted education with evidence rebutting each of them. This list was developed from a longer list of myths explored in a special of Gifted Child Quarterly (GCQ) in the Fall of 2009. NAGC Members can read the full issue of GCQ via the SAGE website How many of these myths have hindered you, your child, and/or your school in the pursuit of a challenging education for advanced students? View this video on Myths in Gifted Education produced by teens in the Baltimore County (MD) Public Schools for the Maryland State Department of EducationRead an overview of the Myths by Don Treffinger that appeared in the fall issue of Teaching for High Potential.Read about Jacob K. Más mitos sobre la alta capacidad, aunque parezca imposible.
Te podrá parecer imposible pero no lo es. En las entradas anteriores os he ofrecido trece mitos con sus correspondientes realidades. Si te los has perdido los puedes rescatar aquí, aquí, aquí y aquí. Ahora te ofrezco otros que no son menos importantes que los anteriores y proceden de la investigación, el estudio, las posiciones teóricas de los estudiosos de este ámbito, etc. Vamos, que no son ocurrencias de última hora. Algunos son reflexiones mías al hilo de "genialidades" que se les ocurren a algunas personas. 'Su hijo será 'superdotado', pero eso no quiere decir que tenga necesidades especiales'. Esta frase la recojo de un comentario que Alfonso dejaba a mi entrada del día pasado sobre la "normalización" con el paso del tiempo.
'Mi hijo tiene un CI de 145, pero no es 'superdotado'. Con frecuencia recibo mails de los padres pidiendo ayuda o consejo, a los que no siempre puedo atender ya que mi trabajo, lamentablemente, no suele permitírmelo. Tomo pie para escribir este post de una frase de un correo de hace unas fechas que, aproximadamente, decía: "a mi hijo le han realizado una evaluación en la que se evidencia una capacidad intelectual global de 145, pero con resultados claramente inferiores en las subescalas que implican atención.
Dada la corta edad del niño no realizan los diagnósticos de altas capacidades y déficit de atención, pero es la sospecha principal". Hace un tiempo escribí una entrada en este blog que se titulaba: Mi hijo tiene alta capacidad, ¿se lo digo? Si no la has leído te aconsejo que lo hagas. Se preguntaba el profesor James Borland en una entrada que puedes encontrar también en el blog (accede aquí): "¿cómo puede ser algo cierto si casi nadie que haya estudiado el asunto se lo cree? " ¡No se preocupe, con el tiempo su hijo se normalizará! El desempeño de algunas actividades profesionales está ligada a la obtención de una licencia, como ocurre con los pilotos de aviación civil, al mantenimiento de la misma con certificaciones periódicas (físicas, psicológicas, técnicas) y el paso por el simulador correspondiente. De los resultados de todas estas evaluaciones depende el mantenimiento de la licencia y, por tanto, la posibilidad de seguir pilotando.
Si hiciésemos lo mismo con la profesión docente... algunos deberían tener cuestionada su licencia para estar en la escuela. Porque si pilotar es una actividad de alto riesgo y trascendencia, el educar no lo es menos. El 'super-dotado' ¿nace o se hace? Seré breve esta vez, porque lo que quiero decir está bastante claro para todos los que han estudiado este asunto y, de ello, he dado buena cuenta en este blog. A modo de ejemplo puedes ver estas entradas que te sugiero leas con atención: Francoys Gagné en my friends' cornerTalento, ¿de qué hablamos?
Joseph Renzulli en my friends' corner¡No es lo mismo tener un CI alto que ser "superdotado"! , Steven Pfeiffer en my friends' cornerRena Subotnik, Paula Olszewski-Kubilius y Frank Worrell en my friends' corner Rena Subotnik, Paula Olszewski-Kubilius y Frank Worrell en My Friends' corner - See more at: YouTube. Paula Olszewski-Kubilius, Rena Subotnik y Frank Worrell en My Friends' corner. Actualmente es profesor de la Graduate School of Education, University of California, Berkeley, y colabora con el Psychology Department (Social and Personality area), y con el Center for Child and Youth Policy, el Center for Race and Gender, and the Center for Latino Policy Research.Actualmente es Director of the School Psychology program, Faculty Director del Academic Talent Development Program, y Faculty Director del California College Preparatory Academy.
Es experto en educación de los más capaces y desarrollo del talento, educación de los jóvenes en situación de riesgo, identidad étnica, identidad racial, desarrollo y validación de escalas y eficacia docente entre otros. Mito 13. Todos tenemos talento. Sí, pero... Parece que de todos los mitos tratados se podría establecer como corolario que, dado que la capacidad humana es una suerte de combinación entre herencia y ambiente, y todos tenemos alguna capacidad, todos tenemos talento.Y es cierto, pero con matices.
Me explico, la capacidad en el ámbito que sea es una variable que no tiene cero absoluto, ni hay entre sus valores "igualdad de diferencias". Mito 12. La atención a los alumnos de alta capacidad es razonable, pero debe posponerse hasta que otras necesidades mucho más importantes del sistema educativo estén cubiertas.
¿Quién y cómo se determina qué necesidades son mucho más importantes? ¿Es acaso una cuestión baladí el que muchas personas con capacidad para ser buenos o grandes músicos, investigadores, escritores, etc. corran el riesgo de perderse? O aunque no se llegue a niveles de excelencia que conviertan a las personas en populares, ¿puede una escuela moderna ignorar las demandas individuales de desarrollo centrándose en un esquema educativo eminentemente grupal? Planteadas las cosas de modo tan extremo muchos pueden pensar que la escuela ya tiende a la atención individualizada en la medida de sus recursos. Mito 11. La atención diferenciada a los alumnos de alta capacidad atenta contra el principio de igualdad de oportunidades, produciendo diferencias entre los alumnos en función de su capacidad. La primera parte es falsa, la segunda no. Claro que se producirán diferencias entre los alumnos en función de su capacidad.
Pero es que ¿acaso somos iguales? Es evidente que somos muy diferentes en nuestras competencias y posibilidades. MITO 10. Lo único que se consigue con una educación diferenciada para alumnos de alta capacidad, es crear elitismo, aumentando y pronunciando de manera evidente las diferencias entre las personas. Toda educación que se precie de serlo debe tener como fin último la búsqueda de la excelencia, que persigue que cada persona pueda desarrollarse al máximo en todos los ámbitos de la vida. Ofrecer a los alumnos de alta capacidad la oportunidad de alcanzar el nivel al que pueden llegar, mediante la forma que a ellos más les conviene, no es crear elitismo, es dar a cada uno lo que le corresponde, porque tan injusto es el trato desigual de los iguales, como el trato igual de los desiguales, como ya dejó claro Aristóteles hace algún tiempo.
No conviene confundir elitismo con excelencia. Lo que ocurre es que en muchos ambientes la promoción de la excelencia no está de moda. Mito 9. Crear programas especiales para niños de alta capacidad, o trabajar de manera distinta con ellos es un error, puesto que estamos impidiendo que se desarrollen a un ritmo propio de su edad. Cada persona necesita desarrollarse al máximo de sus posibilidades, siempre teniendo en cuenta las características que lo definen como ser único.
No ofrecer esa oportunidad a las personas que sobresalen en un talento, sería lo mismo que negársela a aquellos que, por algún motivo, tienen dificultades o problemas de aprendizaje. Los principios de la psicología del desarrollo enseñan claramente lo equivocado de las normas ligadas a la edad. Si bien éstas marcan un estándar evolutivo general para los individuos, no constituyen una pauta determinística de cómo se desarrollarán todas las personas.
Esto es particularmente cierto en el caso de las personas de alta capacidad. Las normas ligadas a la edad, a las que estamos tan acostumbrados en los sistemas educativos centralizados, con un currículo nacional y una escuela fuertemente graduada, son de escaso o nulo interés para los de alta capacidad. Mito 8. Todos los niños tienen capacidad... No existe un grupo de alta capacidad que necesite un trato especial en la escuela. Todas las personas tienen sus puntos fuertes y sus puntos débiles, pero esto está lejos de hacer cierto el mito anterior. Es evidente que no todos los alumnos son de alta capacidad, ni tampoco todos los de alta capacidad lo son en el mismo grado. Mientras todos los niños tienen capacidades y limitaciones, algunos niños tienen capacidades extremas en una o más áreas.
La capacidad extrema crea unas necesidades educativas especiales, al igual que lo hacen el retraso o las dificultades de aprendizaje. La escuela atiende adecuadamente, en el mejor de los casos, a los alumnos de condiciones medias, porque los programas en su contenido y desarrollo están previstos para ellos, pero en cuanto una persona comienza a apartarse de lo “normal”, el desajuste con la capacidad del programa convencional para responder a sus necesidades se hará cada vez más patente. Mito 7. Los niños de alta capacidad suelen pertenecer a clases sociales altas…
Mito 6. Los niños de alta capacidad serán adultos eminentes y creativos. O, las personas que no muestran eminencia en la infancia, nunca llegarán a destacar en algún talento concreto. Mito 5. Los niños de alta capacidad son creados por unos padres “superapasionados”, que conducen a sus hijos a rendir continuamente de forma alta. Cuando los padres, muy ambiciosos, les empujan demasiado, esos niños terminan fracasando. Los padres, aunque deben estar junto a los hijos estimulándolos, animándolos y empujándolos, no crean la alta capacidad. Mito 4. Los niños de alta capacidad están mejor ajustados, son más populares y felices que los alumnos medios.
Mito 3 . Las personas de alta capacidad tienen unos recursos intelectuales, sociales y de personalidad tales que son capaces de alcanzar su pleno desarrollo por sí mismos. Mito 2. Los niños con alta capacidad académica lo son en todas las áreas escolares.
Alta Capacidad, Mitos y Realidades. La atención a la diversidad y el respeto y apoyo a las diferencias individuales de los aprendices es una condición que debe estar presente en cualquier sistema educativo moderno. Durante largo tiempo se ha considerado como un desideratum de la escuela el alcanzar la personalización de la enseñanza y la educación. Mito 1. La alta capacidad es innata o, el mito contrario, ésta es principalmente un problema de trabajo duro.