Vivir en la ciudad, p. 34, de Nuevo Ven
Ver la integracioon a través de plataformas asociativas de vecinos, por ejemplo en el barrio histórico de Lavapiés (ver perlita)
Asimismo ver (y recordar) lo visto en seconde. Libro Juntos Seconde, p. 194 a 199.
La tolerancia, aceptar la diversidad, aceptar al Otro, compartir el espacio sin aislar los espacios
Respetar la diferencia de pensamiento origen, político, del color de la piel, de clase social.
El respeto al Otro en los espacios; las asociaciones cívicas que permiten formar al ciudadano.
Luchar por la diversidad. Superar los prejuicios mediante las campañas de educación.
Contra los estigmas hacia las minorías.
Esta lucha nos indica al mismo tiempo que existe la exclusión.
¿Cómo se puede ver la exclusión en el espacio urbano?
Los contrastes en las ciudades como Lima (Juntos Premieere, artículo de Mario Vargas Llosa). En Guayaquil, Ecuador, hay un barrio que tiene los contrastes, mansiones de construcciones similares a las de Miami, pero que del otro lado de la avenida se encuentran casas humildes que no tienen ni agua, es decir que les faltan infraestructuras para vivir con dignidad.
Los sectores residenciales que se aiislan mediante la prohibición de entrar en esas ciudadelas. Es una especie de parapeto para protegerse de la violencia. Modelo, urbanización en Estados Unidos.
Ver no ver Spanglish. Discriminados por hablar su idioma natal. ¿Se ha sentido alguna vez excluido por hablar su propio idioma en otro país?
Imagínese si esto sucediese en su tierra natal. Millones de latinoamericanos, de origen indígena en particular, que hablan un idioma distinto al español o portugués enfrentan a diario esta exclusión lingüística, que también se expande por añadidura a otras esferas de la vida como el trabajo, la salud, la educación y, por supuesto, la esfera social. Desde México hasta Argentina, la desigualdad se ve reflejada principalmente en las minorías raciales: el 50% de los pobres de la región son afrodescendientes, y en la población indígena latinoamericana, la tasa de mortalidad infantil es hasta 3.5 veces más alta comparada con la población no indígena. La esperanza de vida puede llegar a ser de 30 años menos entre la población indígena, de acuerdo a investigaciones en desarrollo social. Perú es un caso particularmente preocupante.
“Desde niño aprendí que el quechua no era algo bueno. Villas - chabolas en Madrid (España) Madrid seguirá derribando chabolas en el Gallinero “aunque sea incómodo” El poblado chabolista de El Gallinero, a 15 kilómetros de la Puerta del Sol en la A-3, ha amanecido hoy con cinco furgones policiales aparcados en el camino de acceso.
Los voluntarios que cada mañana acuden a despertar a los niños (unos 180 menores, según el recuento elaborado por el Defensor del Menor) y darles el desayuno antes de ir al colegio no han podido acceder al interior. Denuncian que el área de Disciplina Urbanística del Ayuntamiento de Madrid ha derribado una decena de chabolas, de las que seis estaban ocupadas por familias con hijos menores y, en uno de los casos, un discapacitado. “Los niños no han podido ir al colegio”, ha asegurado al teléfono desde el poblado Javier Baeza, párroco de San Carlos Borromeo.
Tras los derribos, los voluntarios se han dedicado a limpiar la zona. “Estamos desescombrando porque han dejado zonas muy peligrosas para los niños”, ha indicado el párroco. El Ayuntamiento de Madrid ha confirmado el derribo de nueve infraviviendas. Turismo Gay: Barrio de Chueca (Madrid) Hace 5 años las obras del metro de Barcelona provocaron el hundimiento del barrio El Carmel. El Transporte en México. Las ciudades dormitorio, en aumento. Documental - Exceso de poblacion. Urbanización La Romareda - Guayaquil, Ecuador. Animación por Arqui3D. Conozcan La Humilde Casita De Alvaro Noboa. Esta es la otra cara de Samborondón. Lavapiés, un barrio ejemplo de convivencia en Madrid. LYCEE GENERAL SAINT-SERNIN - Viaje a Madrid_Seconde 2 y 3_periódico mensual N° 1. Nuevo salto masivo en Melilla. 145 inmigrantes entran en Melilla tras dos nuevos saltos en masa de la verja. Unos seiscientos inmigrantes intentaron durante la madrugada de este jueves franquear la valla que separa Melilla de Marruecos.
Lo hicieron en dos tandas, y 145 de ellos lograron su objetivo, según fuentes del Ministerio del Interior. Casi todos los integrantes de ese grupo —140— llegaron por su propio pie al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) gritando, como ya es habitual, “¡Bosa, bosa!” (victoria, victoria). Otros cinco, heridos, fueron atendidos por la Cruz Roja y el servicio de Emergencias. Tras el primero de los intentos de entrada, 250 subsaharianos permanecieron seis horas en el exiguo espacio que separa las dos alambradas que componen la frontera. El primer salto se produjo sobre las seis de la mañana, cuando unos 400 inmigrantes, divididos en al menos dos grupos, intentaron saltar la valla en varios puntos, en la zona entre el Barrio Chino y Beni Enzar. El último salto se produjo a las once de la mañana.
El ministerio también señaló un cambio en sus tácticas.