¿Sabes qué implicaciones tiene para la escuela y el sistema educativo el agrupamiento por capacidad? Conclusión(6/6) Como va dicho, la escuela con la llegada de la modernidad se gradúa adoptando la edad como criterio de clasificación. El acceso de todos a la educación, idealmente a la mejor educación posible, promovida por el estado o por la sociedad civil, pero una escuela de calidad, es un indudable logro. Ahora bien, es mucho lo que se ha investigado en el último siglo sobre la escuela y los factores que en ella intervienen, son paradigmáticos los dos últimos trabajos de John Hattie (2008, 2011) citados en posts anteriores, o en nuestro contexto las diversas síntesis de López (a modo de ejemplo, ver López, 2009).
Es mucho lo que sabemos, aunque como señala de la Orden, nuestro campo de estudio no se caracteriza por disponer de muchas teorías fuertes. Tenemos ciertas ideas sobre como actuar, y la evaluación como mecanismo de optimización de las alternativas posibles ha evolucionado de manera notable en las últimas décadas, como ponen de manifiesto los escritos del profesor de la Orden (Cf. NOTA. 11 Razones por las que los alumnos necesitan una Atención Educativa Diferenciada (3/6) La literatura especializada ofrece catálogos enteros de características diferenciales de los alumnos más capaces que exigen una atención específica diferenciada que, por razones de extensión, aquí voy a resumir en un sencillo listado que puede verse en la tabla del final de la entrada.
Por otra parte, parece necesario establecer algunos supuestos de partida que rescato y adapto de algunos trabajos anteriores (Cf. Tourón, 2004; también Brody, 1999, 2009). ¿Qué dice la investigación sobre el agrupamiento por capacidad? (5/6) Parte I. Esta entrada es necesariamente larga y pido disculpas por ello, pero no veo como hacerlo sin perder la información que quiero compartir. La he dividido, como véis en el título, en dos partes (I y II), para aliviar la extensión... Para el análisis de los resultados de la investigación, que necesariamente será somero pero suficiente para llegar a conclusiones relevantes al final, voy a seguir, para mayor claridad, el esquema de las modalidades de agrupamiento descritos en la tabla segunda del post anterior.
Comencemos por las estrategias más “radicales”: las escuelas especiales, los programas a tiempo completo o la “escuela dentro de la escuela” y, naturalmente, el agrupamiento heterogéneo u opción por defecto. Las opciones a tiempo completo. ¿Qué dice la investigación sobre el agrupamiento por capacidad? (5/6) Parte II. Seguimos analizando qué dice la investigación sobre el agrupamiento, cuestión que comenzamos en el post anterior. El agrupamiento en clusters La literatura disponible sobre esta modalidad de agrupamiento que describí en la tabla citada en un post anterior, es muy abundante y refleja ganancias incluso mayores que las opciones de agrupamiento a tiempo completo. Uno de los primeros estudios es el llevado a cabo por LeRose en 1986 en el que se comparaban alumnos de la misma capacidad agrupados en cluster con otros que recibieron la misma diferenciación curricular pero en modalidad de aceleración. El grupo formado por clusters tuvo un rendimiento significativamente mejor en test de creatividad verbal, lo que lleva a pensar, según señala Rogers (2002), que el tener mayor oportunidad de interactuar con compañeros igualmente capaces ha podido llevar al grupo a rendir mejor.
Los programas pull-out. ¿Qué dicen 100 años de investigación sobre el agrupamiento por capacidad y la aceleración de los más capaces? Empecé hace un tiempo una serie de entradas bajo el título: "Todo está escrito", pero no tuvieron mucho éxito, quizá porque se referían a textos o estudios que superaban los intereses de los lectores, pero aunque no se leyesen los estudios o manuales a los que se aludía en ellas, nada impedía visitarlas. El agrupamiento por capacidad: concepto y tipos (4/6) El agrupamiento por capacidad ha sido definido como una práctica que sitúa a los alumnos en clases o pequeños grupos basándose en evaluaciones iniciales de su preparación, conocimientos o capacidad (Kulik, 1992).
Es una estrategia de intervención, por tanto, que pretende establecer conjuntos de alumnos, más o menos numerosos, que por su velocidad y necesidades de aprendizaje tengan características similares entre sí y claramente diversas del resto de sus compañeros. Así, los agrupamientos se pueden llevar a cabo tanto por capacidad como por rendimiento o competencia demostrada en un área determinada. La idea clave es entender que a los alumnos solo se les debe enseñar lo que no saben (Stanley, 2001). Proponerles tareas que exceden su capacidad les produce frustración, mientras que plantearles tareas demasiado fáciles o repetitivas les provoca desinterés. Esta es la idea clásica de la “zona de desarrollo proximal” de Vitgostky. Poniendo el problema del agrupamiento por capacidad en contexto (2/6) Es difícil encontrar un campo disciplinar, si es que existe, en el que tanto se haya investigado y tan poco se haya influido en la práctica como en el caso de la educación.
Y de esto es un claro exponente el divorcio que se da entre la investigación sobre los alumnos de mayor capacidad (de alta capacidad) y la práctica educativa en nuestras escuelas. Grouping the Gifted Rogers2001. Grouping the gifted and talented: Questions and answers. Rescatar la Pedagogía Diferencial en nuestras aulas: a propósito del agrupamiento por capacidad (1/6)
Grouping Position Statement. Stop wasting money teaching millions of students content they already know. Nearly all aspects of America’s schools are built upon age-based grade levels and corresponding grade-level expectations: standards, instruction, curriculum, and assessment, among others.
This reinforces the implicit message that performing on grade level is the primary purpose of schooling. Yet it also ignores an important question: How many students already perform one or more years above grade level on their first day of school? The answer to this question has profound implications for American education policy and for the organization of schools. If a mere 2 percent of students perform above grade level, for example, the present obsession with grade-level proficiency might make sense. But what if it were a far larger proportion? To reach these conclusions, we examined five assessment data sets. Five different data sets from five distinct assessment administrations provide consistent evidence that very large percentages of students perform above grade level.